Cuando el blanco de los dientes empieza a perderse, muchas personas pierden confianza al sonreír y se hacen un blanqueamiento dental. Sin embargo, lo que de entrada es una solución, puede convertirse en una obsesión por tener las piezas dentales lo más blancas posibles. Es por ello que hoy, desde Dental Icaria, os hablamos de lo negativo que puede ser abusar del blanqueamiento.
Abuso del blanqueamiento dental: Qué puede ocurrir
Si no queremos dañar nuestros dientes no se pueden usar dichos productos sin control. De ocurrir, podría darse blancorexia.
Lo más utilizado para blanquear los dientes es el peróxido de hidrógeno y el peróxido de carbamida porque el oxígeno que desprenden estas moléculas son las encargadas de blanquear los dientes. No obstante sólo los dentistas pueden aplicar este agresivo producto en nuestros dientes y se precisa supervisión.
La legislación española establece que:
- Una concentración igual o menor a 0,1% de peróxido de hidrógeno presente en los distintos productos bucales de venta directa al consumidor se considera segura.
- Una concentración entre el 0,1 y el 6% y superiores al 6% de peróxido de hidrógeno es segura siempre y cuando se realice un examen clínico previo que garantice que no haya riesgos ni patologías bucales. Pese a esto, la venta queda restringida exclusivamente a los dentistas, ha de tener supervisión directa y no puede usarse en menores de 18 años. Si esto no se cumple, podrían darse varios riesgos, siendo el principal la quemadura.
Por último, os recordamos que, cuando se usa un producto blanqueante, se puede conseguir aclarar entre unos 3 o 4 tonos, pero nunca los 8 que suelen prometer en su publicidad.