¿Cómo afecta la vuelta al cole a la salud bucodental de tus hijos?

Una de las pocas épocas del año en las que los niños ven modificar su rutina es la vuelta al cole. Tras tres meses de flexibilidad horaria, septiembre trae a los más pequeños las obligaciones diarias.

El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Alicante asegura que la higiene bucodental ayuda a prevenir cualquier tipo de enfermedad. No obstante, hay algunos factores que se escapan al control paternal y que pueden perjudicar seriamente a sus dientes, como es el estrés. Esta es una patología asociada habitualmente a los mayores pero cada generación se traslada a los más pequeños.

La peor consecuencia que puede acarrear el estrés en la salud bucodental se da a largo plazo. Este nerviosismo lleva a los niños a apretar y rechinar los dientes (bruxismo), que puede llegar a desgastar un 30% su tamaño original y además afecta a los nervios.

Otra de las patologías, en este caso inmediatas, que se pueden dar es la gingivitis, pues aparece cuando la concentración del niño disminuye y esto es trasladado a una menor eficiencia durante el cepillado. El estrés, por tanto, distrae de una adecuada higiene, lo que conlleva una mayor acumulación de residuos en las encías y su inflamación.

¿Conoces el cortisol? esta es la hormona que nuestro cuerpo segrega a raíz del estrés, puede generar inflamación, y acondiciona nuestro cuerpo para albergar una enfermedad periodontal. Además, del mencionado anteriormente bruxismo, también se desprenden dolores en los músculos de la masticación y el desgaste prematuro de los dientes.

Cuando el estrés se intensifica y dura más de lo deseado, los dentistas advierten de que se puede producir una disfunción de la articulación temporomandíbular. Esto supone que al abrir la mandíbula esta se trabe debido a la constante presión que se genera al apretar los músculos. Además sentirás dolor en la sien.

Por otra parte, las aftas son heridas blanquecinas que se forman en encías y mucosa, causadas por virus, bacterias y/o deficiencias del sistema inmunológico debilitado por el estrés. Este mismo estrés provoca sequedad bucal, caries y mal aliento. Respecto a la saliva, esta es fundamental para prevenir la caries y el mal aliento, pero también en las encías la sequedad bucal hace que aumente la placa bacteriana.

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