¿Se te resienten tus dientes en invierno? ¿Sientes punzadas de dolor en contacto con el frío? Si tu respuesta es positiva, padeces de sensibilidad dentaria, algo que afecta a una de cada tres personas. Se trata de una sensación incómoda y dolorosa, similar a un calambrazo, que se percibe en los dientes y que puede producirse simplemente al respirar por la boca en invierno, beber algo muy frío o muy caliente, o incluso por un consumo exceso de consumo de azúcar, bebidas isotónicas y un uso indiscriminado de productos de blanqueamiento dental.
La sensibilidad dental se produce cuando la dentina, que se encuentra protegida por la encía y el esmalte dental, pierde su protección natural y queda al descubierto permitiendo que los estímulos externos alcancen las terminaciones nerviosas. Ante estos estímulos como son el frío y el calor, nuestros dientes responden con sensación de dolor y presión.
En según qué casos, la sensibilidad puede derivar en otras patologías como caries y problemas de encías. Afortunadamente, se puede prevenir manteniendo una correcta higiene bucal y siguiendo estos consejos:
- Cuida tus dientes sensibles con una pasta de dientes específica para este problema, ya que ayuda a disminuir la sensibilidad dental, además de reparar y proteger las zonas más sensibles de nuestra dentadura.
- Huye de las pastas con componentes blanqueantes abrasivos, ya que pueden dañar el esmalte dental.
- Elige un cepillo que no tenga las cerdas demasiado duras, pues podemos dar pie a un cepillado más agresivo y dañar nuestro esmalte. Además debes usar seda dental para los espacios entre los dientes más cerrados, utiliza un limpiador lingual y no olvidarte de cambiar el cepillo cada tres meses.
- Controla tu alimentación, evita los alimentos ácidos que pueden desgastar el esmalte del diente, como los cítricos. Asimismo, vita también el contraste brusco en las comidas, pasando de alimentos muy fríos o demasiado calientes, o viceversa.
- Evita el consumo de chicles y controla el abuso de alimentos con azúcar, por supuesto debes evitar el tabaco.
No obstante, en invierno, intenta respirar correctamente por la nariz y no por la boca, la cual debes proteger además con ropa de abrigo en caso de temperaturas extremas.
Fuente: el Mundo