Parece ser que, tras los últimos resultados de los estudios más recientes, la diabetes y la periodontitis van de la mano. Estos datos demuestran, por una parte, que las personas con diabetes mal controlada tienen un riesgo hasta tres veces mayor de desarrollar periodontitis y, por otra, que la periodontitis puede iniciar o aumentar la resistencia a la insulina de una manera similar a la obesidad, provocando así la aparición de la diabetes.
La Universidad de Pensilvania, en Filadelfia (EE.UU) intenta explicar la relación entre ambas enfermedades y, de acuerdo con sus resultados, la diabetes parece provocar cambios en la flora bucodental de los pacientes que promueven el desarrollo de la periodontitis.
La periodontitis o más comúnmente conocida como «enfermedad de las encías» o piorrea, es una patología básicamente caracterizada por la inflamación y sangrado de las encías que, si no se trata, provoca la destrucción de la masa ósea que sustenta las piezas dentales y, por ende, a la pérdida irreversible de los dientes. Y no solo eso, los últimos estudios apuntan a que la periodontitis puede ser síntoma de otras enfermedades tan graves como las cardiovasculares o cáncer.
Los autores analizaron la composición de la flora bucodental tomando a ratones (sin diabetes) como modelo. Más tarde, provocaron la enfermedad a la mitad de los ratones del estudio, y se comprobó que si bien el microbioma oral era totalmente indistinguible cuando todos los animales compartían unos niveles similares de azúcar en sangre, la composición difirió, y mucho, en función de que los ratones estuvieran sanos o tuvieran diabetes. Asimismo, la flora de los animales con la enfermedad presentaban una menor diversidad de especies bacterianas.
De hecho, los ratones con diabetes también padecían periodontitis, resultando ciertamente evidente la destrucción de la masa ósea que sustenta los dientes, y un incremento de los niveles inmunoglobulina 17 (IL-17), molécula de señalización de gran importancia en la respuesta inmune y en la inflamación. Esto es importante a tener en cuenta dado que el aumento de los niveles de IL-17 se asocian con el desarrollo de periodontitis en humanos.
Respecto a la relación entre ambas enfermedades, no se demuestra que los cambios en la flora bucodental inducidos por la diabetes sean realmente la causa de la periodontitis. Por ello, los autores realizaron un segundo experimento: transferir bacterias de los animales tanto diabéticos como ‘sanos’ a ratones criados en un ambiente totalmente libre de gérmenes.
En conclusión, los resultados mostraron que, comparados con aquellos en los que se transfirieron microorganismos de la flora oral de animales sanos, los que recibieron las bacterias de los ratones diabéticos experimentaron una pérdida hasta un 42% mayor de masa ósea periodontal y un incremento significativo de marcadores inflamatorios.
En conclusión, la diabetes provoca cambios en el microbioma oral que promueven la periodontitis. Una enfermedad periodontal que, según las sospechas de los autores, está mediada por el incremento de los niveles de IL-17. El resultado revela que la pérdida de masa ósea resultó mucho menos significativa, de hecho, el tratamiento frente a IL-17, dado su papel en la protección inmune, podría suponer una estrategia terapéutica adecuada para prevenir la pérdida de masa ósea asociada a la periodontitis en humanos.
Fuente: ABC