La presión social y académica impuesta sobre los más pequeños en los últimos tiempos debido a las clases extraescolares o la aceleración del aprendizaje, entre otros, está causando unos alarmantes niveles de estrés que podrían afectar de forma severa a su salud dental.
Ante una situación de amenaza o demanda que no se puede satisfacer, nuestro organismo crea un estado de estrés como respuesta. Durante la infancia y la adolescencia se producen numerosos cambios a los que hacer frente. Estos cambios, junto a las presiones externas ya sean académicas, sociales o familiares, pueden convertirse en peligrosas armas de estrés que afecten a su normal desarrollo.
El 8% de la población infantil y el 20% de los adolescentes en España sufren estrés. Esta situación de manera mantenida o muy intensa, puede producirse una fase de agotamiento y, como consecuencia, el organismo puede enfermar. La cavidad oral es una de las partes más sensibles de nuestro organismo, por lo que es una de las partes que primero se podría ver afectada y, además, en una mayor medida.
Fuente: ABCSalud