Las muelas del juicio son los terceros y últimos molares de la dentadura y los últimos en salir, si salen. Son 4, una en cada extremo de ambas arcadas. Por lo general comienzan a erupcionar entre los 17 y los 21 años. La anatomía de las muelas del juicio o cordales es muy variable, pueden tener entre una y cuatro raíces; entre uno y seis conductos y estos pueden incluso ser en forma de C o estar significativamente inclinados en sentido distal y/o vestibular.
Las cordales son molares vestigiales que los homínidos usaban para ayudarse a masticar tejidos vegetales. La hipótesis más generalizada es que primeros homínidos tenían mandíbulas más anchas con mayor espacio para estas muelas que ayudarían a masticar el follaje. Todos los primates tienen 32 piezas dentales por lo que al no variar el número y al cambiar la dieta de los humanos se fue acortando la mandíbula hasta dejar un espacio muchas veces insuficiente.
Como curiosidad, en prácticamente en todas las lenguas, los nombres de las muelas del juicio hacen referencia a su erupción en la edad adulta caracterizada por el juicio, la sabiduría, la sensatez, etc. en contraposición al resto de los dientes que salen durante la infancia.