Después de ver en el último post cómo se realiza la operación para extraer las muelas del juicio, hoy queremos señalar algunas precauciones que debes tomar para una recuperación rápida y eficaz.
Una vez extraídas las muelas del juicio es normal que se presente sangrado durante las horas posteriores. El dentista colocará una gasa en el lugar de la extracción para parar el sangrado. Esto permite que se forme un coágulo, de vital importancia para una correcta cicatrización.
Por eso durante los dos días siguientes a la intervención de muelas del juicio no se debe ejercer presión sobre la zona ni escupir, para evitar desplazar este coágulo, ya que esto generaría una hemorragia importante. Tampoco se recomienda realizar enjuagues vigorosos ni cepillar la zona.
Es habitual que durante los dos o tres días siguientes a la extracción de las muelas del juicio se presente dolor, aunque si éste perdura durante más tiempo se debe consultar al dentista. Además, durante las primeras 48 a 72 horas es normal que se presente hinchazón e incluso puede aparecer un hematoma en la zona de la extracción.
Para reducir la inflamación y el dolor se pueden colocar compresas frías o hielo enrollado en un paño en el lado de la cara afectado. A estas precauciones tras la extracción de las muelas del juicio se suman algunas pautas sobre alimentación y farmacología.
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