El estrés, omnipresente en la vida moderna, tiene una influencia significativa en nuestra salud física y emocional. Una de las formas en que el estrés puede manifestarse físicamente es a través del dolor de mandíbula. Esta conexión entre el estrés y el dolor mandibular puede darse por varias razones. Hoy, desde Dental Icaria, os hablamos de ello.
Tensión y Mandíbula: Conexión entre estrés y dolor mandibular
- Tensión muscular: Cuando estamos estresados, tendemos a apretar los músculos, incluidos los de la mandíbula y el cuello. Este hábito de tensión crónica puede conducir al desarrollo de bruxismo, donde se aprietan o rechinan los dientes de manera involuntaria. Esta tensión constante puede causar dolor en la mandíbula, así como dolor de cabeza y cuello.
- Trastornos temporomandibulares (TMJ): El estrés prolongado puede contribuir al desarrollo de trastornos temporomandibulares, que afectan las articulaciones y los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula. La tensión crónica asociada con el estrés puede tensar estos músculos y causar inflamación en las articulaciones temporomandibulares, lo que resulta en dolor y dificultad para abrir y cerrar la boca.
- Malos hábitos alimenticios: En momentos de estrés, es común recurrir a comportamientos como apretar o morder objetos, como bolígrafos o lápices. Este hábito puede ejercer una presión adicional en los músculos de la mandíbula y contribuir al dolor mandibular.
Si se produce este tipo de malestar, es importante abordar tanto el estrés subyacente como los síntomas físicos para mitigar el dolor mandibular y mejorar la calidad de vida. Estrategias como la gestión del estrés, la fisioterapia y el uso de dispositivos de protección dental pueden ayudar a aliviar el dolor y prevenir su recurrencia.