Las úlceras bucales, también conocidas como aftas bucales, son unas pequeñas llagas que aparecen en la boca, son benignas y no se contagian pero resultan tremendamente incómodas y frecuentes.
¿Por qué aparecen las úlceras bucales?
Ciertas personas tienden a desarrollarlas, pero la causa podría estar relacionada con el estrés, las lesiones leves del tejido blando bucal, las prótesis dentales mal ajustadas o los elementos de ortodoncia, así como con el consumo de alimentos muy ácidos, como naranjas, fresas y tomates, y las carencias nutricionales.
Entre las principales causas de su aparición, destacan:
– La herencia genética (que aumenta en un 90% las posibilidades de padecer aftas).
– Tener las defensas bajas (ya sea por una alimentación insuficiente o por una enfermedad).
– Los desequilibrios emocionales y cambios hormonales (afectando más a mujeres que a hombres)
– Una mala alimentación con carencias de hierro, ácido fólico o vitaminas.
– Estrés
– La ingesta en exceso de alimentos ácidos y cítricos.
– Ortodoncias, golpes con utensilios al comer o morderse la lengua o las paredes de la boca.
Síntomas de la úlcera bucal
Las aftas se forman dentro de la boca, desde la zona interna de los labios hasta la cara interior de las mejillas, la lengua o incluso en el paladar. Aunque es una lesión dolorosa, sensible al tacto, no suele ser contagiosa. Las úlceras bucales comunes presentan una evolución de una a dos semanas. Si la afección es más grave te aconsejamos acudir a tu dentista para someterte a una revisión.