Está formada por 17 músculos y, además de los más fuertes del cuerpo, pero también es el lugar ideal en donde habitan millones de bacterias. Se trata de la gran olvidada en la higiene bucal, pero sin ella no podríamos comer correctamente. Si, se trata de la lengua, y hoy os queremos explicar por qué es tan importante limpiarla correctamente cuando nos limpiamos los dientes.
La humedad, los restos de comida y la temperatura interior no pueden ser mejores condicionantes para todos los parásitos que habitan en ella. Se calcula que en cada mililitro de saliva hay unos 100 millones de microorganismos de mas de 600 especies distintas. En un principio no dejan de ser beneficiosas para nosotros, pero un desequilibrio en el número de estas puede tener consecuencias a medio y largo plazo. ¿La más conocida? La halitosis, el mal olor del aliento.
Por eso, es necesario que, una vez acabado el cepillado de los dientes, utilicemos un limpiador lingual para eliminar todas las bacterias que han quedado entre las papilas gustativas haciendo varios barridos desde el interior hasta el exterior. Esto ayudará a nuestra boca a permanecer más limpia por más tiempo y así reducir las probabilidades de crecimiento desenfrenado de estas bacterias.